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Luis Alonso Ramírez Vega Luis Alonso Ramírez Vega

CCSS estrenó puesto de visita periódica en la comunidad indígena de Jarey en Chirripó

Los pobladores de la comunidad indígena cabécar de Jarey, en las montañas del cerro Chirripó (Limón), ya no tendrán que caminar grandes distancias para recibir atención médica, ya que el personal del área de salud Turrialba-Jiménez de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) estrenó el puesto de visita periódica que se edificó en esta zona.

La semana anterior, un equipo de la CCSS conformado por la doctora Tracy Pérez Arroyo (médica), la auxiliar de enfermería Andrea Fuentes Torres, la farmacéutica Anielka Villalta Palma, Karol Muñoz Aguilar del área de redes y registros médicos y Anasbel Reyes Mora atap, atendieron 114 consultas de los pobladores de Jarey y comunidades aledañas de Tkanri, Finca Joven, Shulayaka, Sinoly, Tsutsuble, Ñari y Shukebachari.

La doctora Heylin Quesada Alvarado, directora del área de salud de Turrialba-Jiménez de la CCSS, resaltó la importancia de poner en uso este puesto de visita periódica que marca un antes y un después en la atención.

“Por primera vez podremos programar las giras a esta comunidad al contar con una sede adecuada y segura para prestar la atención médica y donde además el personal podrá permanecer durante los cinco días de la duración de estas visitas” destacó la médica.

La comunidad indígena de Jarey se localiza en el distrito Chirripó cuyo acceso más sencillo es por el sector de Turrialba, una vez que se cruza el río del mismo nombre.

En esta comunidad habitan un total de 201 familias cabécares para una población de 1 200 personas, según los datos reportados por el licenciado doctor Gustavo Ugalde Rodríguez, coordinador del programa de atención primaria zona indígena del área de salud Turrialba-Jiménez.

Antes de contar con este puesto de visita periódica, los pobladores de Jarey debían caminar aproximadamente dos horas al puesto de visita periódica de Ñari; o bien, dirigirse por el camino que se habilitó por Alto Quetzal, donde debían esperar en el andarivel al margen del río Chirripó a que llegara el personal de la CCSS. Otra opción que tenían era caminar hacia la sede del Ebáis Grano de Oro que está más lejos de esta comunidad. 

De esta forma una vez al mes el personal de salud de la CCSS brindará consulta a los pobladores de esta comunidad que ya no tendrán que desplazarse largas distancias.

CONSTRUCCIÓN SOLIDARIA 

La construcción de la salud es un proceso de todos y en la comunidad cabécar de Jarey en Chirripó está muy claro ya que con el apoyo de la organización no gubernamental sin fines de lucro Go Global de los Estados Unidos se logró construir este puesto de visita periódica que ya comenzó a utilizar el personal de la CCSS.

“El tener este proyecto concluido no se trata de nosotros, es para la gloria de Dios. Realmente sabemos cuánto la comunidad necesitada de esta clínica. Cuando empezamos no había caminos ni puentes. Hoy ya se tiene la clínica, también hay un nuevo camino y estamos en proceso de conseguir los recursos para construir un puente peatonal para la comunidad” explica el señor Ronald Levasseur que junto a su esposa Tina lideran esta organización y han trabajo arduamente para hacer realidad esta edificación.

La doctora Heylin Quesada menciona que en el 2016 se realizó la reunión para conocer la intención de la organización de donar la construcción del puesto de visita periódica y para ese entonces, ya existía un convenio de donación por parte de la asociación indígena de Jarey para cederle a la CCSS el uso de un terreno por 99 años para edificar un puesto de visita periódica.

Es así con el interés mostrado por la organización Go Global, la disposición de los comunidad de aceptar la ayuda de ellos, que se realizó una visita al terreno que se había dado en uso a la CCSS para que se levantara en ese sitio el puesto de visita de periódica, obra que estaría en totalidad a cargo de esta organización.

“Uno de nuestros donantes elaboró el plano, obtuvimos el permiso de la asociación de indígenas de la comunidad y el compromiso de la CCSS de que brindarían la atención en la comunidad si construíamos la obra” detalla el señor Levasseur.

El proceso no fue sencillo, pues la pandemia afectó los planes iniciales pero los tiempos de Dios son perfectos.

“Nuestros amigos indígenas han dedicado muchas horas agotadoras a llevar suministros, preparar el terreno y ayudar en otras áreas necesarias. También voluntarios de nuestra organización vinieron a trabajar en el proyecto y contamos además con la colaboración de amigos de Turrialba que cocinaron para los voluntarios que trabajaron en la obra” señala don Ronald sobre el proceso de construcción.

Otros insumos los trasladaron vía área gracias al apoyo de los donantes de los Estados Unidos. 

Según los números de don Ronald, se han invertido cerca de 60 000 dólares en esta obra entre la compra de materiales, transporte aéreo y mano de obra que apoyó la construcción de una edificación de 75 metros cuadrados aproximadamente, que no hubiese sido posible sin la colaboración de las donaciones que se recibieron desde los Estados Unidos. 

La infraestructura cuenta con los cuatro cubículos necesarios para la atención: registros médicos, preconsulta, consultorio médico y consultorio de farmacia. También se tiene cubículo para el atap donde está el equipo de refrigeración para mantener las vacunas a la temperatura adecuada.  A ello se suma el dormitorio donde descansará el personal de la CCSS.

El suministro de energía es por medio de un sistema de paneles solares para la cámara de vacunas y una planta eléctrica para el resto de las instalaciones.

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