Especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) pidieron a la población adoptar una serie de medidas preventivas para reducir el riesgo sanitario que suele incrementar la aparición de enfermedades digestivas y respiratorias durante la transición de la época seca a la lluviosa. Además resaltaron la importancia de reconocer la diferencia entre una infección viral y una bacteriana, con el propósito de recibir el tratamiento adecuado y evitar la automedicación como una práctica que podría generar serios riesgos en la salud.
De acuerdo con el Dr. Claudio Sánchez, microbiólogo del hospital Maximiliano Peralta Jiménez, con el inicio de la temporada lluviosa se debe incrementar la vigilancia y adoptar una serie medidas para disminuir el riesgo de aparición de enfermedades ocasionadas por una mayor circulación de agentes infecciosos en el ambiente.
Según el funcionario, los virus y las bacterias son dos tipos de microorganismos muy diferentes y ambos podrían producir infecciones en el ser humano cuando invaden el cuerpo y se multiplican. En la práctica, la mayor diferencia es que las bacterias se tratan con medicamentos antibióticos, los cuales, no son efectivos como tratamiento contra las infecciones de origen viral.
En ese sentido explicó que, en las infecciones generadas por ambos patógenos, los síntomas suelen ser muy similares y dependen de diversos factores como: los órganos que afecten, la edad, el estado de salud del paciente, el agente infeccioso y la severidad de la infección.
En el caso de las infecciones por virus es usual que se presenten síntomas, tales como: dolor de cabeza y de cuerpo, fatiga, fiebre, disminución del apetito y, en el caso de las bacterias, fiebre alta, hinchazón, comezón, enrojecimiento y secreciones del área afectada asociada a los síntomas de los virus; sin embargo, en ambos casos puede manifestarse diarrea y vómitos con la misma frecuencia.
LOS ANTIBIÓTICOS DISEÑADOS CONTRA LAS BACTERIAS NO TIENEN NINGÚN EFECTO CONTRA LOS VIRUS
El Dr. Sánchez manifestó que el tratamiento y manejo de la infección dependerán fundamentalmente del agente infeccioso que la genere.
De esta manera, cuando es un virus el que provoca la alteración en el estado de salud de la persona, lo usual es tratar la infección con medicamentos para el tratamiento de los síntomas como el dolor y la fiebre, reposo y una adecuada hidratación.
Por otra parte, si se trata de una infección bacteriana el tratamiento indicado debe ser por medio de terapia con antibióticos.
En este caso, la persona debe buscar la valoración experta de un médico, quien está facultado para confirmar la evidencia clínica de infección por bacteria y evaluar criterios, tales como: edad, talla, zona de infección y en el caso de los niños, el peso, con el objetivo de prescribir el antibiótico apropiado, en la dosis adecuada y durante el periodo estrictamente necesario.
Ante este panorama, el funcionario hizo un especial llamado a la población para que haga un uso correcto y racional de los antibióticos, toda vez que el uso indiscriminado o el mal uso de estos medicamentos, conduce a un aumento de la resistencia de las bacterias a los productos habituales.
Si un paciente no toma la dosis completa de estos fármacos para eliminar la infección, explicó, estos microorganismos se vuelven más fuertes y, consecuentemente, se reduce el número de antibióticos efectivos.
Por otra parte, la práctica inapropiada de algunas personas de automedicarse con antibióticos para tratar, erróneamente, infecciones virales como la gripe, los resfriados, los dolores de garganta u otros síntomas para los cuales estos medicamentos no son eficaces, genera que las bacterias que se encuentran de forma natural en el organismo desarrollen resistencia y comiencen a propagarse.
RECOMENDACIONES PARA PREVENIR LAS INFECCIONES POR VIRUS
- Lave sus manos frecuentemente con agua y jabón.
- Evite el contacto estrecho con personas que estén enfermas.
- Cúbrase la boca al toser o estornudar.
- Utilice mascarilla en espacios cerrados.
- Evite tocarse la cara.
- Quédese en casa si está enfermo.
- Limpie y desinfecte las superficies que se tocan con frecuencia.
- Consuma agua potable y si es de dudosa procedencia hiérvala.
- Lave muy bien los alimentos antes de prepararlos y de consumirlos.
- Evite dejar residuos de alimentos al alcance de moscas y cucarachas. Estos insectos son transmisores frecuentes de agestes infecciosos.
- Mantenga su esquema de vacunación completo y al día: la vacunación constituye un arma de defensa muy efectivo contra ciertas enfermedades.
- Mantenga una alimentación variada, natural y balanceada y practique actividad física de manera regular, esto ayudará a fortalecer su sistema inmunológico.